| OCT 162017 Y me referiré al emotivo discurso de Wilfrido Lázaro Medina donde establece que mi Universidad es ¡Benemérita!, por el enorme aprecio que tenemos por sus servicios educativos, culturales, de investigación, de extensión universitaria, históricos, cívicos, políticos, económicos, sociales, de cambio y transformación, pero sobre todo humanistas y científicos; por ello, es digna de este galardón. ¡Centenaria!, porque su eficiente labor, con nombre de universidad o sin él, ha trascendido en cerca de cinco siglos. Es añosa, cargada de centurias, pero de conciencias y cuerpos juveniles en sus alumnos, en sus académicos, en sus trabajadores, en sus autoridades. Desde sus raíces es sembradora de pasiones, generadora y orientadora de fuerzas, cosechadora de sueños, irruptora histórica, marcadora de rumbos, casa de la inteligencia en donde se obra con lealtad al ser humano. Pero obviamente no podía dejarse de hablar también de mi Colegio de San Nicolás: ese que ha sobrevivido a todas las tempestades, a todas las sequías, a la paz y a la guerra, a clausuras y reaperturas, a sus éxitos y a sus fracasos, a embates de fuerzas internas y a agresiones externas, a la lucha por la independencia de la Nueva España, a violentas confrontas de la Reforma entre conservadores y liberales, a la Revolución de 1910, a la post revolución del siglo XX; y sigue de pié, activo, a pesar de los graves problemas que se viven desde hace cinco lustros en México. Hoy atraviesa nuestra Universidad momentos difíciles, su libertad es tan grande como su responsabilidad y el régimen de pensiones y jubilaciones tiene que cambiar, una y otra vez diversos actores políticos y nuestra autoridad universitaria ha mencionado: "No hay manera viable financiera de sacar a nuestra casa de estudios si no hacemos una modificación al Régimen de Jubilaciones y Pensiones. No queremos lastimar a ningún solo trabajador, maestro, empleado administrativo en ningún derecho adquirido. Queremos cambiar el Régimen para los que lleguen mañana". En el congreso del estado sentí un gran orgullo de sentirme nicolaita, de ser testigo del centenario de mi otra casa. Aunque también sentí inconformidad porque ese evento estaba cerrado para los universitarios en general, solo unos cuantos privilegiados nos permitieron entrar como funcionarios universitarios o como medios de comunicación, cuándo el Congreso será un lugar de puertas abiertas en momentos como éstos? También los investigadores se vieron relegados como lo publico la investigadora brasileña Teresa da Cunha Lopes: "El "centenario" y sus "eventos" dejaron muy claro la grande división de la UMSNH:. De un lado , los funcionarios y sus pasarelas a imitar políticos de tercera en candidatura permanente al hueso. Son los grandes " protagonistas" del centenario, que hasta tiene el ridículo de ser hecho en el año 99. Del otro lado, la comunidad de investigadores, totalmente marginada tanto de la organización como de la participación activa y, a la cual no se ha dado ningún reconocimiento. Para ya no hablar del total desprecio de la banda del "centenario" para con el sector administrativo y para con los alumnos . A estos últimos Hasta se les ha condicionado su derecho a beca para obligarlos a hacer número en "eventos" como el de Gloria Álvarez". Se noto la ausencia de Silvano Aureoles, se que el gobernador Aureoles tiene muchas actividades y muy importantes, pero?es el Centenario de mi Universidad, me hubiera gustado verlo como invitado de honor, aunque la presencia de Adrián López no desmereció en su discurso. Honremos los nicolaitas a nuestra Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. |
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